El momento "boda" lo dejamos para que la protagonista lo contara pero nos dijo que publicaría una entrada en el blog y ésta nunca llegó... ¿Ande andará? Tras nuestro viaje a Brasil, regresamos para la boda de Dámaris y Nacho. Fue una boda curiosa, diferente a las bodas que acostumbramos en España, pero bonita. Los dos llevaban un tiempo bastante liados con preparativos y por fin, haciéndola coincidir con el cumple de ella, llegó el gran día. Lo cierto es que César, Cris y yo lo pasamos muy bien y nos reímos muchísimo con los hermanos de los respectivos, Javi y Esteban. A Dámaris y Nacho se les veía felices y además no faltaron padres y hermano de ella que viajaron desde España para acompañarla. Muchísimas risas, las mamás estupendas y ellos contentos. Nos compinchamos con las mamás buscando un hotel para su noche de bodas, muy gracioso, de no ser porque Dámaris cayó enferma, todo hubiese salido redondo. Unos días después y habiendo disfrutado de la ciudad de Buenos Aires y de un partido de futbol en la cancha de River todos juntos, la familia de Dámaris se regresó a Barcelona, ella ya estaba recuperada y todo volvió a la normalidad.
La noche antes de irnos de viaje a Ushuaia, cenamos sushi todos juntos en el piso: Dámaris, Nacho, Lidia, César, Ray, Cris y Nieves, como apóstoles en la última cena y sin saberlo... Compartimos un buen rato y muchas risas. Cris y Dámaris se complementaban muy bien a la hora de hacer cachondeo. Nos despedimos de la parejita para volver a vernos después del viaje.
El accidente en Ushuaia lo tuvimos el día 12 de marzo. El día 13 Lidia se regresó a Buenos Aires por asuntos de estudios y al encontrarse con Dámaris y Nacho, les contó nuestro desafortunado accidente y las consecuencias de éste. El día 15, cuando vimos que César y Cris, físicamente, ya podían coger un avión, regresamos a Buenos Aires. Ese mismo día por la mañana, Lidia coincidió con la pareja en el piso cuando salían y se saludaron, quedando en verse por la noche. Nosotros llegamos a la ciudad sobre las 19:30 y para nuestra sorpresa, encontramos una nota en la mesa del comedor y la habitación de Dámaris completamente vacía. Se había ido pagando el último mes de alquiler y dejando una simple nota. Aprovechó también para borrarnos de su Facebook, Skype, Messenger, email,… de su vida.
Sabemos que estuvo viviendo en casa de los padres de Nacho hasta el día 1 de abril, que se regresó a Barcelona con su marido. Nunca nos llamó, nunca se preocupó, no recibimos ningún email,… Nunca más se supo. Desde ese momento os comunicamos que no es administradora de este blog. Nieves le envió varios emails intentando hacerle recordar cada uno de los buenos momentos que estas relindas vivieron juntas, intentó tocar su fibra, porque hubiese apostado a que la tenía, y un corazón más grande que ella, pero nada, y su apuesta quedó en la más absoluta bancarrota.
Fue una decepción muy grande, un desengaño, un abandono de una amiga con la que estábamos viviendo y conviviendo, compartiendo el día a día en un país lejano al nuestro. Un golpe del que no fue fácil reponerse, sobre todo para Cris, que la echó de menos especialmente. También es cierto que Dámaris y Nieves tuvieron problemas de convivencia, de los cuales hablaron varias veces y parecían solucionados en el momento de los hechos.
De cualquier modo, le deseamos una vida de matrimonio muy feliz y que jamás nadie le haga sentir ni la mitad de mal que nos hizo sentir a nosotros. Creemos que cada persona actúa según sus motivos, y deseamos que ella tenga motivos para haber desaparecido sin más. Sin odio y sin rencores. Perdimos una amiga, pero el destino nos puso a prueba una vez más, regalándonos a dos nuevos amigos, Ray y Lidia.